Hoy día todo es más difícil. Pero aún más, llevar a
buen fin un propósito que lo único que te corresponde son obligaciones por
todas partes y satisfacciones contadas. Esto es como un enamorado que no ve la
realidad: su pareja, aunque esta le esté dando pérdidas por todas partes y
desprestigiando día a día, más y más se empecina en ello.
Nunca nadie agradece nada, nunca nadie olvida que le
fallaste, pero ellos si se olvidan de que te fallaron. Nunca nadie quiere que
triunfes, pero quieren triunfar en el Club, por si mismo o con él. Por eso
debemos y tenemos que estar un poco locos para meternos en estos berenjenales y
seguir ilusionándonos cada día más e intentar generar ilusión.
Un día, hace ya bastantes años, después de haber
ascendido a la categoría antes llamada 1ª Nacional, un señor me preguntó: ¿Y
ahora qué? ¿Ya conseguiste lo que querías? ¿Que haces en la nueva temporada?
Yo todavía no le he contestado porque realmente no le
supe contestar. Pero hoy lo voy a intentar desde este medio, a
las mismas preguntas pero en diferentes circunstancias. Por un lado, no es 1ª
Nacional sino 1ª División y por el otro, no es 1989 sino 2012.
A la primera pregunta, decirle
que intentaremos gestionar una nueva ilusión en la medida que pueda o
podamos, porque esto no es de una persona. Se ha generalizado y el valor
añadido es muy importante. Son muchas ilusiones encontradas con otras muchas
personas.
A la segunda pregunta: Si. ¡Quería ascender
desde hace 18 años! y ahora que lo hemos conseguido, intentaremos
retos en esta Categoría que nos gratifiquen en todos los trabajos y alimentar a
la afición con nuestro trabajo, dedicación y competir al máximo nivel.
Para mí esto no es como querer comprarte
algo y dedicar toda tu vida en el intento. Por ejemplo: quieres tener un coche
o una casa y trabajas todos los días por ese fin. Cuando lo
consigues, pues tienes una ilusión conseguida pero solo te compete a ti y
lo compartes (a veces con tu familia y amigos). El deporte es diferente. La
ilusión no es solo tuya, es de muchas personas que desde hace muchos años se
han hecho dueñas del Club, del equipo con sus ilusiones, sus sufrimientos
en silencios, sus pensamientos, etc. Es decir que no compartes algo tuyo
sino que es de mucha gente y da mucha vida a todos ellos.
Los Clubes y los Entrenadores nos parecemos en algo. Nunca
o casi nunca tenemos razón, la razón siempre la tienen los jugadores y los
aficionados, porque ellos juegan un partido ya acabado. Es decir, observan y
después opinan, trabajan y nunca fallan. Debemos hacer un esfuerzo por valorar
que todos fallamos, y que nadie ni individualmente ni colectivamente tenemos la
razón absoluta y que cuando algo falla, siempre hay motivos más que suficientes
para que esos errores existan en todos los aspectos. Porque como siempre digo
la perfección nunca ha existido, no existe, ni existirá.
Pero todo esto es parte de la vida que uno elige y
para mi vale la pena todos los sinsabores de este Deporte, las
circunstancias negativas de que cuando te fallan los patrocinadores y el
Club falla a los jugadores, cuando el equipo no rinde lo esperado,
cuando esperas algo de algún jugador y no te da rendimiento, cuando
con mis decisiones me equivoco y el rendimiento de la decisión no es positivo,
cuando damos bajas y los jugadores siempre ven un error en la
decisión, nunca ven el porqué…
Como dije en el último artículo al finalizarlo: FUTBOL
SALA ES ATREVIMIENTO, PASION E LUSION, ahora añado COMPROMISO,
RESPONSABILIDAD, SUFRIMIENTO Y SATISFACCIÓN.
En el próximo artículo comentaré mis actuaciones como
DIRECTIVO GERENTE.
Espero que con estos artículos ayude a mucha gente a
enamorarse de este GRANDIOSO DEPORTE.
