lunes, 29 de agosto de 2011

Los equipos de la base. (Infantil, alevín y benjamín)

Desde hace muchos años, estoy intentando que los niños de la base, 
1º se diviertan, 2º sean responsables, 3º tenga disciplina individual y grupal, 4º sepan jugar a futbol sala, 5º ilusionarles con el club y lo que viven dentro de él, 6º motivarles con todo lo anterior y que estudien.
Para ello, siempre he trabajado para que tengan entrenadores que les guste enseñar y que a la vez tenga capacidad de trabajo en todos los campos. Que traten al niño como les gustaba que les trataran a ellos mismos y que si tienen hijos que,
Traten a los niños como les gustaría que tratasen a los suyos. Y, sobre todo, que intenten pensar cómo piensan los niños para poder llegar más a ellos.
Con estas connotaciones seguro que todos nosotros nos sentiríamos muy bien en los equipos base.
He de decir que desde que el Gáldar empezó con niños, hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance para que eso funcionara, pero que muchas veces no lo hemos conseguido por muchas razones. Primero por el propio club, por errores, por la economía, por mi incapacidad de no darme cuenta de situaciones, por no saber más… Pero lo que si les puedo asegurar es que mayormente los niños se han
divertido con el futbol sala, con las concentraciones, con el trato personalizado gracias a los entrenadores que han tenido y, sobre todo, a la ilusión de todos los componentes de los equipos.
Empezare diciendo anécdotas de algunas concentraciones, donde en el sur, con 70 niños y 8 monitores, dividíamos los niños en grupos de cinco y de esos cinco elegía a uno para que fuera a comprar la comida. Dicha compra estaba supervisada por mí, y al llegar a la caja de pagar, si compraban productos que no servían, no se les dejaba cambiar, y no compraban ese producto, con lo cual perdían un tiempo. He de decir que se les daban 10 minutos. Pues bien, a veces se les olvidaba el pan. Recuerdo que compraban los embutidos y no tenían pan. Y que compraban huevos y papas y no compraban el aceite. Otras veces el azúcar. Imagínense café con leche sin azúcar. Todo eso nos divertía tanto a ellos como a nosotros, bueno más a nosotros que a ellos. Un día después de comprar y todos preparándose la comida, unos nos vieron a los entrenadores comiendo huevos duros en la ensalada, e hizo el siguiente comentario, "CLARO, COMO USTEDES SON LOS ENTRENADORES COMEN HUEVOS DUROS, Y NOSOTROS TENEMOS QUE
 FREIRLOS", Después de oír esa frase, pues, reírnos fue poco. 
Con esta pequeñas anécdota, hay muchas más, quisiera que sepan como los niños y los entrenadores nos divertimos.
En cuanto a trabajo, es muy complicado pedir que ellos aprendan como quisiéramos en un momento. Hoy en día hay muchas ofertas para el despiste. Por mucho que pretendamos que no falten a los entrenamientos, hay estudios, padres con otros deberes, televisión, ordenadores, chicas… Pero además, que a veces el propio entrenador, o algún compañero no cae bien y se aburren y no aparecen más.
También cuando quieres hacer un trabajo con ellos y no están atentos por la edad. No están acostumbrados a poner atención y en vez de tener tranquilidad y cambiarles de juego, quieres insistir e insistes. Con el tiempo he aprendido a que ellos hagan lo que quiera pero como yo quiero. Es decir le doy posibilidades y cuando algo les gusta trato de sacarle el máximo para que todo el entrenamiento gire en esa dirección. Por ejemplo, un juego de control de balón, pues ejercicios de quien llega primero con el balón controlado de línea de inicio a línea central, después de pases, con parejas con las mismas intenciones, después con tres, es decir con juegos con balón, con gestos técnicos, con control, con rapidez, con compañeros y además compitiendo.
Otras veces les hago juego de rapidez de decisiones como por ejemplo levantarse, correr, al suelo, levantarse… Todo eso con mucha rapidez, buscando agilidad, rapidez y además atención. Todo en edades de 7 a 10 años.
El partido siempre con algún condicionante. Por ejemplo, quien toca más veces el balón sin que el contrario se lo quite. Bueno cada uno tiene muchos ejercicios y pongo ejemplo de algunos, pero para no cansarles cambio de tercio.
Les diré que siempre, por lo menos lo que intento, es crear una competitividad leal. Lo primero que les pregunto es que si quieren que les trate como niños o como profesionales. Ellos siempre me contestan como profesionales con lo cual me dan la posibilidad de saber desde el primer momento que van a intentar todo por no quedar mal ni con su entrenador ni con sus compañeros.
El orden que sigo con ellos es el siguiente: movilidad, rapidez, control, gestos técnicos, orientación del cuerpo, ubicación, inteligencia y decisión. Todo es muy extenso y variable. Cada entrenador le damos el camino que, con nuestro entender, saber y capacidad, podamos.
Con respecto al Fútbol Sala base en general, ha bajado el nivel. Yo creo que debido al futbol siete, pues los padres lo prefieren al futbol sala, ya que entienden que tienen más salidas. Mi opinión es que en edades como mínimo hasta cadetes, todos deberían empezar por el futbol sala. Los espacios son más pequeños, la toma de decisión tiene que ser más rápida, más selectiva, la reacción más rápida, la observación más inteligente… Todo ello le ayudará si quieren después ir al futbol once. Para que todas esas condiciones se aprovechen más en un campo más grande. Pero bueno no deja de ser una opinión más.
Para terminar he de decir que el Gáldar, mientras pueda, no cobra a ningún jugador de la base ninguna cuota. Los directivos intentan que los niños hagan deporte sin coste alguno.
Hoy me he pasado un poco, lo siento, prometo que en el próximo seré más breve.

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