jueves, 19 de abril de 2012

MI COBARDIA.-


Un partido de Fútbol Sala de buen juego y con muchos goles es lo que espera cualquier aficionado cuando va a ver  a su equipo; además de notar la incertidumbre del marcador, del momento, del objetivo que pudiera lograr con esa posible victoria, pues todo eso se dio en el último partido.
Se vio diferentes partidos en el mismo partido. Un resultado a favor, de empate, en contra y al final, empate de nuevo y eso a cualquier amante de este deporte le divierte y le satisface. Por todo lo que he mencionado todos salimos contentos del partido, donde hubo hasta deportividad y emociones a radiar.
Pero la perfección no existe y algunas personas decidieron entrar en otra clase de partido, en el cual yo, que soy un COBARDE en esos lares, me tiro a la piscina, (COMO UN MUY MAL ACTOR) por intentar que se pare todo. CREI QUE ERA LO UNICO QUE PODIA HACER. Primero porque no tengo fuerzas; segundo, no es mi forma de entender el deporte; tercero, porque soy un cobarde y cuarto, tengo cinco hijos y no voy  a ningún sitio a discutir ni a demostrar lo fuerte que soy (porque no lo soy) PARA DEFENDER A MIS JUGADORES COMO ELLOS ME NECESITABAN.
Cometí el error de creer que era un partido más, de comportamiento normal, a pesar de que desde que llegamos a la Ciudad, por donde quiera que pasaran los jugadores, algunas personas les anunciaba que algo pasaría, pero yo, ¡que iluso! nunca llegué a pensar que fuera en esas dimensiones; lo normal es que los aficionados traten de intentar quitar la tranquilidad de un equipo para que éste no haga bien su trabajo. Ese pensamiento me impidió solicitar la fuerza pública; traté en todo momento de dar la normalidad de cualquier partido.
Solamente me limito a disfrutar del deporte que me gusta e intentar generar ilusión con el mismo.
Escribo estas líneas por pedir disculpas a mis jugadores .Y lo hago en este momento, setenta y dos horas después de lo ocurrido para que el Comité de Competición no pudiera considerar nada y resolviera las sanciones pertinentes y no se tuvieran  la posibilidad de considerar lo que en este blog expreso.
En treinta y seis años que llevo entrenando nunca he sentido la necesidad de hacer el PATO como lo hice, pero fue lo único que se me ocurrió, insisto, para intentar que se pararan las agresiones que estaban sufriendo mis jugadores por personas que estaban fuera de sí.
Sentí miedo por ellos, sentí miedo por lo que les pudiera pasar  y además sentí vergüenza.
Al final de todo algunas personas me decían que había hecho el idiota, EN MI OPINION, CON TODA LA RAZON DEL MUNDO, pero fue tan insignificante comparado con lo que estaba pasando que sentí que algo no estaba funcionando pues mis jugadores defendiéndose de agresiones continuas y unos SEÑORES simplemente considerando más importante una simulación que no perjudica a nadie y que además duró 20 segundos que a toda la guerra que estaba sucediendo.
Y empiezo por mí, por no pedir disculpas inmediatamente a esos SEÑORES, pero todos cometemos errores y en ese asunto los cometí yo.
Creo que esto debe enseñarnos a lo que no debe pasar nunca y a lo que debemos enseñar para que no pase.
Desde mi humilde blog, pido disculpas a todas aquellas personas que se sintieron engañadas y les ruego que analicen todo lo sucedido para que no vuelva a suceder.
Agradecer a LA POLICIA NACIONAL su intervención porque gracias a ellos, todo se tranquilizó. Con su estar solamente todo se normalizó.
UN ABRAZO A TODOS DE CORAZON, y que el próximo partido lo disfrutemos deportivamente.

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