martes, 4 de junio de 2013

Cambios

Al final de la temporada, cuando piensas que debes cambiar como entrenador, haces una autocrítica y preguntas a tus compañeros en que debes mejorar, además que es lo que debes cambiar en el equipo, la táctica por las características de los jugadores, la estrategia por el conocimiento del contrario y a los propios jugadores.
Dentro de todas esas premisas, reconocer esta temporada que tanto en la pretemporada no jugar partidos contra equipos de la misma Categoría, las lesiones de tres jugadores claves y la no llegada del transfer de otro jugador, sumado a que a los dos meses de empezar la competición, los entrenamientos por la mañana no fueron los más acertados por falta de tiempo de los entrenadores y preparador físico, (pues no somos profesionales y tenemos que atender nuestros respectivos trabajos), fueron unas de las principales causas del bajo rendimiento de la plantilla.
Es bueno tener un equipo con los mismos jugadores durante dos o tres años máximos. Hasta ahora yo he creído en ello, pero esta temporada pasada ha sido diferente; pienso que debo mejorar yo y también los jugadores. Y para ello tiene que haber una máxima que es la confianza y borrar las actuaciones viciadas, es decir, que tengo que cambiar jugadores, que he de comprometer a los mismos para que den aire nuevo y que los que se quedan se crean una ilusión que arrastre al equipo. 
Ha sido muy bueno mantener a 9 jugadores por temporadas con continuidad, porque solamente por el mero hecho de conocerse, jugaban de cine; su compromiso máximo y su dedicación con conocimiento entre ellos daba buenos resultados, sobre todo en Segunda División.
Pero todo lo bueno tiene algo que es malo. Pongo como ejemplo: "el tiempo nos acomoda y se tiende a querer llevar control sobre lo desconocido para no cambiar lo conocido". Como entrenador, trato de ser lo más justo posible, lo más sensato e intento sacar el máximo rendimiento a todo. Intento gestionar el grupo para hacer el equipo pero, desgraciadamente, los constantes resultados malos provocan que los nervios y el descontrol de las emociones hagan bajar el grado de compañerismo e incluso el ego en algunos casos nos traiciona No es una crítica, ¡es una realidad! El conjunto en lo personal fue muy bueno pero, en lo deportivo, a nadie  se  le esconde que el nerviosismo nos jugaba malas pasadas y el descontrol de las emociones nos dio un descontrol  en la propia concentración y es evidente que después, como es  normal, se culpan los unos a los otros por los errores cometidos. Es ley de vida. Lo primero que aprendemos de nosotros mismos es la auto-defensa; el ego es importante tenerlo pero hay que utilizarlo con inteligencia, La inteligencia hay que usarla, no solo tenerla, porque si la tenemos y no se utiliza cuando es necesario, es como no tenerla.
Por eso y por otras causas he decidido intentar cambiar jugadores dentro del equipo; unos por edad, otros por bajo rendimiento, otros por no llegar a acuerdos económicos y otros, simplemente por no tener confianza el uno en el otro.
Todo esto ocurre en todos los equipos. No niego que también yo como entrenador soy bastante mejorable, cuestión que intento todos los días de mi vida.
Para mí todos las temporadas son diferente: cada entrenamiento, cada charla, cada observación, cada partido, cada persona e incluso la persona que repite temporada o temporadas cambian en cada una de ellas, a veces para mejor y otras para peor.
Todo esto viene porque todos mis conocidos me preguntan: "¡Chacho que te quedas sin equipo!, ¿vas a jugar tú?, ¿no tienes miedo a perder mucho tiempo en conjuntar un nuevo equipo para la próxima temporada?
Yo les contesto que ESTOY ILUSIONADO (como siempre) COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ, como si el pasado no existiera, es como si me estuvieran DANDO LA OPORTUNIDAD DE DIRIGIR EN PRIMERA DIVISIÓN por primera vez, pero con la experiencia de un año y con las vivencias de treinta y tantos como entrenador de equipo aspirante a todo.
He de decir en honor a la verdad, que no solo estoy ilusionado sino que además mis inquietudes me piden algo nuevo, algo diferente y para ello, esto es necesario. No quiere decir que empiezo con un equipo completamente nuevo (porque no lo es). Ya hay renovados seis jugadores y uno más que ha estado en años anteriores.
Para empezar, seguramente tendré que ser fuerte en cuanto el convencimiento de que lo que ficho es lo necesario, que es lo que en la medida que económicamente podemos, fichamos lo mejor, independientemente que siempre habrán muchas opiniones que digan que si tal que si cual; que si este era mejor, que aquel fichó a otro que es mejor, etc.
La PRIMERA CONVICCION ES " NOSOTROS Y NUESTRO JUEGO, NUESTRAS POSIBILIDADES Y NUESTROS OBJETIVOS", y evidentemente  siempre aceptando que los hay mejores y para ganarles tenemos que confiar y trabajar mucho y bien.
HUMILDAD, CAPACIDAD, CONTROL DE EMOCIONES, MUCHO TRABAJO SIN TREGUA, MUCHO COMPAÑERISMO, MUCHO EGO INTELIGENTE, MUCHA AGRESIVIDAD MENTAL, TODO ELLO CON MUCHA CONFIANZA  Y EL MAYOR COMPROMISO POSIBLE. Y  APRENDER DE TODOS LOS ERRORES QUE HEMOS TENIDO EN ESTA TEMPORADA, ACEPTARLOS E INTENTAR NO REPETIRLOS.
No me puedo olvidar de mis ayudantes. Para ello tengo una mención especial. No les pido nada, solamente que sigan en la línea que han tenido hasta ahora. JAVIER MARTEL, FILLO, MIGUEL LIAÑO, OSCAR POVEDA Y BRUNO BALDASARRI. Ellos son mis piernas, mis ojos y mi alma. La próxima temporada tendré un nuevo segundo entrenador con el primer equipo pero viejo conocido JONATHAN PEREZ BERMUDEZ (JONI). Ha jugado desde infantiles hasta llegar al primer equipo en los años 98 hasta 2003 y ha sido entrenador de la base; es el que suplirá a TOTI, que por motivos de trabajo, nos dejó.
Tampoco me puedo olvidar de ROBERTO LLAMAS que trabaja a la  sombra, tanto en la parte de alimentación del primer  equipo, como a nivel táctico su asesoramiento siempre bien venido.

Una idea y  una convicción son las primeras acciones para empezar.

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